¿Qué es la coprofagia?
Es un fenómeno que llevan a cabo nuestros animales cuando se comen las heces. En el caso de los perros, es una conducta que sólo tienen en determinadas circunstancias, pudiendo tratarse de ingestión de material fecal propia o de otros animales. En la naturaleza hay especies que hacen esta práctica de manera habitual, como es el caso de los conejos, en los que realizan una digestión doble, por lo que la coprofagia es necesaria para asimilar todos los nutrientes.
Tipos de coprofagia:
- Auto coprofagia: el animal ingiere sus propias heces.
- Coprofagia intraespecífica: los animales comen heces de otros animales de su misma especie.
- Coprofagia interespecífica: los animales comen heces de otras especies.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de coprofagia en los perros?
- En el caso de las madres recién paridas, por instinto, ingieren las heces para quitar el olor y evitar la presencia de posibles depredadores.
- En cachorros, hay ocasiones en las que presentan problemas digestivos dando lugar a heces blancas o diarreas puntuales y vuelven a ingerir sus heces para digerir los nutrientes por completo.
- Los animales que permanecen muchas horas en casa solos y que sufren ansiedad por separación, pueden tener tendencia a ingerir sus heces por no dedicarles la suficiente atención y por puro aburrimiento.
- La limpieza es un factor muy a tener en cuenta, ya que hay ciertos animales que necesitan tener limpio su hábitat para sentirse seguros, por ello ingieren sus heces para distinguir las zonas sucias de las zonas limpias.
- Existen otros factores como el hecho de querer llamar nuestra atención o meramente por curiosidad sobre todo en cachorros, donde descubren que las heces de otros animales son más apetecibles por el tipo de alimentación recibida. En este punto podemos destacar que hay ocasiones en los que se produce una coprofagia interespecífica de perros con gatos, sobre todo si conviven en la misma casa.
- Si no administramos un alimento de calidad (puede que padezcan deficiencias vitamínicas y minerales), o si subestimamos la cantidad de alimento habrá animales que pueden desarrollar este tipo de conductas.
- Hay ciertas patologías en perros adultos como la insuficiencia pancreática exocrina que podrían dar lugar a estos comportamientos. Si observamos esta situación en perros adultos de manera repentina será necesario consultar con nuestro veterinario de confianza para realizar un examen clínico del animal.
Tratamiento preventivo y etiológico
Si hablamos de tratamiento debemos establecer diferentes pautas para afrontar la coprofagia. Podemos comenzar con un tratamiento preventivo realizando una pauta de desparasitación interna que se lleve a cabo cuatro veces al año (siempre en cada cambio de estación, así será una manera más fácil de recordar).
En cuanto al tratamiento etiológico deberemos de analizar cuál es la causa que desencadena este comportamiento, así :
- Si el problema es médico necesitaremos acudir al veterinario, ya sea en el caso de cachorros o de perros adultos, para realizar un buen examen clínico donde se descarte un proceso de malabsorción, diarreas, pancreatitis, insuficiencias pancreáticas exocrinas… la administración de enzimas digestivas puede ser una aliada contra la coprofagia.
- Si la causa es etológica hay que optar siempre por el refuerzo positivo. No se les debe regañar si comen sus heces ya que así evitaremos reforzar esta conducta. Si sufren ansiedad por separación tenemos que intentar dedicarles mayor atención y pasar más tiempo con ellos.
- Si la causa es de origen nutricional, nuestra prioridad es dar alimento de calidad que le proporcione los nutrientes necesarios para sus características físicas y que se adecuen a su etapa de vida. En ocasiones, es recomendable cambiar su pienso habitual para que no se acostumbren a un sólo sabor y sientan repulsión o aburrimiento después de un tiempo. A mayores, se puede suministrar un complejo vitamínico para complementar la dieta de nuestro perro.
Comentarios recientes