¿Cómo bañar a nuestro perro?

¿Eres de los que tiene un perro que le encanta meterse en el río, jugar en una zona embarrada y además se ensucia cada vez que puede? Si la respuesta es afirmativa,  no dejes de leer unos consejos a tener en cuenta a la hora de bañar a tu mascota. ¡Comenzamos!

Imprescindibles en el baño:

• Champú especial para perros
• Acondicionador desenredante
• Toalla y secador
• Cepillo y tijera

Antes de comenzar con la rutina del baño, primero tenemos que cepillar bien su manto para eliminar el pelo muerto y los nudos que pudiera haber, así, utilizaremos el cepillo que mejor se adapte a sus necesidades (pelo corto, largo, duro, liso, rizado). Si no somos capaces de desenredar los nudos, tendremos que cortarlos con tijera con mucha precaución.

A la hora de elegir donde bañar a nuestro perro, deberemos escoger un lugar que resulte cómodo para él. Si optamos por la bañera, será recomendable colocar una alfombrilla antideslizante para evitar que se resbale y se sienta inseguro.  Si se trata de un perro nervioso podemos colocarle un bozal para evitar que nos muerda. No os olvidéis de quitarle su collar o arnés y collar antiparasitario si lo lleva. Y una vez dentro de la bañera, ¡empieza la diversión!

Lo primero que debemos hacer es mojar todo el pelo de nuestra mascota con agua templada, ni muy fría ni muy caliente, ya que la temperatura corporal de los perros oscila desde los 37,5º C hasta los 38,5ºC. Poco a poco iremos distribuyendo el agua para que se vaya acostumbrando tanto a la sensación como a la temperatura.

Una vez hecho esto, empezaremos a enjabonarle todo el cuerpo (primero el cuerpo y por último la cabeza), poniendo especial atención en sus ojos y oídos. Algo importante a tener en cuenta es la proporción de champú a utilizar, siempre debemos diluirlo, por lo que utilizaremos dos partes de agua por cada parte de champú.

Masajearemos el pelo en movimientos circulares y en profundidad. Si el champú que utilizamos es antiparasitario o para alguna patología concreta como la dermatitis, lo dejaremos actuar un par de minutos antes de aclarar. A continuación, aclararemos bien para que no queden restos de jabón (ya que los residuos pueden causar enfermedades dermatológicas), y volveremos a dar una segundo lavado, frotando bien las patas, entre las almohadillas, la zona ventral, y dorsal. Cuando el pelo de nuestra mascota lo requiera, tras el champú optaremos por el acondicionador como último paso.

Finalmente, y después del baño toca secar a nuestra mascota. En este momento, puede que terminemos igual de mojados que ellos debido a su acto reflejo de sacudirse. Realizaremos un primer secado con una toalla (las de microfibra secan bastante rápido) reservada específicamente para ellos, intentando quitarles la mayor parte de la humedad. A continuación, utilizaremos un secador con aire templado y evitaremos la zona de los oídos hasta conseguir un secado completo.

Y después de leer las recomendaciones, ¿tenéis alguna anécdota de vuestros peludos durante el baño?