Existen varias razones por las que nuestro perro ladra y además tienden a utilizar diferentes sonidos en función del sentimiento que nos pretenden comunicar.

¿Cuáles son las causas del ladrido en perros?

 

Pues bien, una forma de expresar ansiedad o miedo es mediante el ladrido. Así, las situaciones estresantes para ellos como los fuegos artificiales, los ruidos fuertes, las tormentas, o la ansiedad por separación cuando se quedan solos en casa puede desencadenar este comportamiento.

Incluso algún sonido en particular puede provocar un profundo aullido, como la sirena de las ambulancias o las patrullas de policía.

Cuando necesitan satisfacer sus necesidades su forma de comunicarse con nosotros puede ser el ladrido, por ello, muchas veces cuando quieren salir a la calle para hacer sus necesidades, comer, beber o salir simplemente a pasear porque nos ven con correa en mano, desarrollarán esta conducta.

Una buena manera de llamar nuestra atención cuando estamos realizando una actividad sin reparar en nuestra mascota es recurrir al ladrido. Por ejemplo, cuando estamos centrados en el ordenador o estudiando y no les hacemos caso cuando pretenden que juguemos con ellos, suele ser el recurso más utilizado.

Sin embargo, y sin considerarlo una señal patológica los perros de guarda utilizan esta forma de comunicarse para avisar a sus dueños de la presencia de un extraño o cualquier ruido anómalo.

La invasión territorial o lo que ellos presuponen como agresión externa es otra de las posibles causas del ladrido. Los coches, las bicicletas, otros animales, o cualquier mobiliario urbano pueden desencadenar este comportamiento en ellos.

Para intentar corregir este tipo de conductas debemos optar por el refuerzo positivo como método de elección.

¿En qué consiste?

 

Tenemos que distraer a nuestro perro mientras esté llevando a cabo la conducta que pretendemos modificar, en este caso el ladrido. De esta manera, elegiremos  un premio (galletas específicas, golosinas para perros, salchichas de pavo), una palabra clave o un accesorio llamado clicker, que es un pequeño objeto semejante a un llavero que emite un ruido sordo a modo de click y que se emplearemos cuando queremos reforzar el comportamiento deseado.

En resumen, las causas puede ser muy variadas, y no por ello merecedoras de un toque de atención. Pero por una cuestión educacional debemos controlar los ladridos excesivos si se convierten en un problema que repercute en terceras personas o en el propio comportamiento de nuestro perro.

 

 

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