Esas pequeñas enemigas

Acordándonos del refrán, “La primavera la sangre altera”, podemos decir que es una estación donde se producen muchos cambios, sobre todo en la naturaleza. Con la primavera llega la floración, las alergias, y la proliferación de unos “pequeños enemigos” para nuestras mascotas y niños. Se trata de las procesionarias del pino (Thaumetopoea pityocampa), una plaga que afecta a pinos, cedros y abetos. Su nombre se debe a la posición que adoptan cuando caen de las bolsas formadas en los árboles. Se colocan en fila india asemejándose a una procesión. Las orugas tienen un cuerpo cubierto de largos pelos que tienen una acción urticante. Es decir, produce picor y comezón, una sensación semejante a cuando contactamos con las ortigas.

¿Por qué son peligrosas en los perros y los gatos?

Debido a su disposición y movilidad, las procesionarias son muy llamativas para ellos. Y el peligro reside en el contacto, o en el peor de los casos en su ingestión. Los pelos que recubren su cuerpo, aguardan el veneno que resulta tóxico para nuestras mascotas. Es una urgencia veterinaria, ya que se pueden producir desde urticarias, inflamaciones en la zona de contacto hasta en el peor de los casos, necrosis en la lengua o cualquier parte del aparato digestivo, siendo en muchos letal si no actuamos a tiempo.

En un primer momento, podemos actuar lavando la zona afectada con agua tibia para intentar eliminar los pelos causantes de la toxicidad pero tendremos que dirigirnos inmediatamente a nuestro veterinario de confianza para valorar el estado de nuestro animal, ya que el tiempo juega en nuestra contra y las consecuencias pueden ser muy graves.

Recomendaciones

La recomendación durante estos meses es intentar evitar sacar a pasear a nuestras mascotas por zona de pinares, o controlar la formación de bolsas si vivimos en una casa con jardín donde tengamos pinos.

¡Estad atentos, y vigilad a vuestras mascotas!